El eje digital anglosajón

Con la crisis financiera global, la audiencia de los grandes medios económicos anglosajones (ft.com, wsj.com, economist.com) están creciendo como la espuma, del orden del 20-30% anual. Financial Times” está en 3,7 millones de visitantes/mes, “Wall Street Journal”, por encima de los seis millones y “The Economist” alcanzó los 140 millones en dato anual, al finalizar septiembre. Entre los tres medios, alcanzan más de 20 millones de visitantes: una “force de frappe” apabullante que, cada día más, es líder absoluto en la formación de la opinión pública de la economía globalizada. ¿Cuál es el efecto económico de tal hegemonía? Incalculable, sin duda.

El sesgo ideológico o político de estos medios de comunicación masivos distan varios pársecs de estar centrados. El “Wall Street Journal”, bajo la férula de Murdoch, ha acentuado su conocida orientación conservadora hacia posiciones más radicales. Claro está que defiende las posiciones de Wall Street, ahora con nueva contestación en las calles, la preponderancia mundial del dólar, socavada por el euro, y las tesis del partido republicano, entre otras cosas. “Financial Times” ha respaldado históricamente los intereses de la City, de la libra, es partidario de una Unión el poder la informaciónEuropea muy limitada y ha acuñado lo de los países PIGS  para designar a esos incómodos socios del Sur de Europa, díscolos, derrochadores e indisciplinados, en una visión maniquea escandalosamente interesada. “The Economist” (50% propiedad de Pearson) tiene una visión del mundo mucho más liberal, pero en el fondo bebe en las mismas aguas del pensamiento hegemónico anglosajón.

Y en esas mismas aguas se abrevan las agencias de calificación de riesgos, esas mismas que dieron triple-A a Lehman antes de que quebrase y se lo niegan ahora a bancos españoles como Santander o BBVA, en un dislate clamoroso. ¿Cuál es el coste en pérdida de valor que originan estos vaivenes, para nuestros bancos o el interés de la deuda española? Hasta Obama ha dicho que algunas calificaciones de riesgo son una opinión política.

 

¿Cuándo Europa va a reaccionar ante este costosísimo manejo de la información económica como un instrumento de poder? ¿Cuándo, por poner un ejemplo, el área de español y portugués, con sus 500 millones de hablantes, va a tener un eje digital de información económica?