La mayor parte de los sectores industriales han hecho frente a los cambios en su nicho tecnológico y competitivo mutando su forma de gerenciar el negocio. La externalización de tareas ha sido una de las palancas básicas de la reorganización industrial en las últimas décadas. Los servicios se han ido incorporando a esta tendencia con un cierto retraso y reticencias por causas estructurales, pero la era digital está acelerando la velocidad y profundidad del cambio. Los medios de comunicación empiezan a verse involucrados. La televisión ya ha externalizado la producción de una buena parte de sus contenidos. Los medios escritos están aún reticentes, por un cierto miedo injustificado a perder el control de sus redacciones. Pero están inexorablemente empujados a llevarlo a cabo porque es la única vía posible para ahorrar sustancialmente en costes y flexibilizar su gestión. Hay bastantes señales ya en horizonte sobre nuevas formas de generar contenidos periodísticos.
De la misma forma que los coches híbridos están siendo la palanca para la transición hacia un nuevo concepto del automóvil, la hibridación en las fórmulas para generar contenidos marcan el paso. Propublica, un sitio en Internet de investigación periodística sin ánimo de lucro, está cerrando acuerdos con medios de comunicación para publicar en ellos reportajes en profundidad. El Proyecto Argo está asociándose con sitios de noticias locales, en otro ejemplo de cooperación innovadora. Las polémicas “Content Farms” o “Granjas de Contenidos” intentan también marcar nuevas vías, abriéndose más allá de la profesión periodística. AOL, al segregarse de Time Warner, apostó por convertirse en el mayor productor de contenidos de calidad del mundo. True/Sland está formado por periodistas empresariales. Por otro lado, proliferan los portales de contratación de contenidos en la Red, como emergingcast.com o textprovider, así como fórmulas de cooperativas de autónomos, como freelance.es. Ese es parte del camino. Los medios tendrán que externalizar redacciones o morir.
NOTICIAS EN CUATRO LINEAS
–La batalla por “Elle”. El grupo francés Lagardère está negociando con el americano Hearst la venta de su polo de revistas internacionales, valorado en 450-550 millones de euros (Reuter habla de 700 millones), pero finalmente parece que su cabecera estrella, la revista femenina “Elle” se queda bajo control francés. El valor en bolsa de Lagardère se ha disparado.
–Otra caída de un diario económico. El diario económico francés “La Tribune” ha sido puesta en salvaguarda de acreedores por un tribunal de comercio de París (una especie de concurso de acreedores que congela temporalmente su deuda para intentar salvarlo). El diario ha perdido 9 millones de euros el año pasado. La crisis está siendo dura con la prensa económica en Europa.