Revolución árabe 2.0

Un grito en la Red: “!Tenemos los videos! Pero han cortado Internet! No les importa a quien matan, a una niña de siete años, nuestra vecina, que se refugió en una tienda. No sirve de nada tener miedo. ¡Tenemos necesidad de periodistas! Para que el mundo sepa lo que está haciendo Gaddafi”. Este testimonio, de una mujer suizo-libia en Bengasi, retrasmitido por una radio suiza, fue colgado en el “site” Rue89 y difundido al mundo. Twitter y Google se han aliado para que se puedan enviar mensajes de voz cuando se corta el acceso a Internet.  El portal sueco Bambuster.com, una pequeña start-up, está viendo dispararse su uso en Egipto primero y otros países árabes después. Permite difundir gratuitamente videos en directo a través de un iPhone o de un Android. La policía, egipcia antes y ahora de Libia, requisa los teléfonos o las tarjetas de los mismos, pero las imágenes ya están a cubierto, almacenadas en los servidores suecos.

Facebook tiene nada menos que 5,45 millones de personas inscritas en Egipto, 2,2 millones en Tunez, 1,6 millones en Argelia, 296.000 seguidores en Libia, 263.000 en Bahrein, 256.000 en Yemen… El país musulmán más poblado del globo, Indonesia, es el segundo del mundo, tras EEUU, en número de seguidores de Facebook. Turquía es el cuarto. La empresa americana, junto con su compatriota Twitter, han metido en los países árabes un virus mortal antidictadores. ¡Curiosa ironía!

El Gobierno de EEUU ayuda financieramente a las empresas y ONGs que desarrollan software anticensura, para evadir los bloqueos, encriptar los mensajes y borrar las huellas. Una de las ONG que han recibido fondos federales es el proyecto TOR (The Onion Router), que ha creado una red global de servidores que permiten encriptar todo tipo de mensajes y conectarse sin dejar trazos. Uno de los responsables americanos de TOR, Jacob Appelbaum, viajó por todo Oriente Medio para dar a conocer el sistema a los militantes locales. A su regreso, estalló el tema Wikileaks y –mira por donde- resultó que Appelbaum era también un miembro activo de dicha organización, bestia negra del Gobierno americano, así que rápidamente pasó de héroe a villano. Interrogado por “Le Monde”, Appelbaum pone en guardia a los jóvenes extranjeros que ponen vida y milagros en Facebook: “!bienvenidos al mundo de la hegemonía americana!”.

Pero no son sólo las convocatorias y los post de las redes los que empujan las revueltas. Tal vez lo más importante es que desde hace 10 o 15 años, los jóvenes bajo la opresión de fantoches trasnochados como Gaddafi se comunican con otros muchos jóvenes de fuera y pueden comparar. La Red global es mucho más subversiva y paradójica de lo que parece.

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